«Pasos a seguir para elegir la mejor grifería teniendo en cuenta el lavabo, la funcionalidad y la estética del baño».
La grifería es todo un mundo. ¿Te inclinas por la elegancia minimalista de un grifo monomando que añade simplicidad y modernidad a tu espacio? ¿O prefieres la clásica sofisticación de un grifo bimando que evoca la atemporalidad y la tradición?
Cada vez hay una mayor variedad de diseños y tecnologías incorporadas en grifos. Pero el mejor siempre será el que más se adapte a tus necesidades, tus preferencias personales y del estilo de tu baño. Sigue las reglas estándares para la mejor elección y colocación de tu grifería.
Imagina la grifería como la joyería de tu baño: un toque de estilo personal que puede transformar completamente el ambiente. Aquí te indicamos los cuatro pasos a seguir para tu grifo ideal en el sitio ideal.
1. Primero, el lavabo.
El diseño de nuestro lavabo será un factor determinante a la hora de elegir un modelo u otro. Quizás tengamos un lavabo bajo encimera o lavabo exento, donde la altura de la encimera coincide con la altura del lavabo. En estos casos, un grifo de menor altura o uno empotrado a pared sería ideal. En cambio, quizás tengamos un lavabo de bol o sobre encimera, cuando el lavabo posa sobre la encimera. En estos baños, una grifería de mayor altura, desde la encimera, será la que más lucirá y dará elegancia a toda la estancia.
2. Tipos de grifos según su instalación: sobre encimera o empotrados a pared.
El grifo sobre encimera es la más fácil de instalar, puesto que no necesita de ninguna obra, solo una toma de agua oculta bajo el lavabo. En estos casos es importante fijarnos en la altura del caño.
- Los grifos de caño bajo (salida de agua a aproximadamente 8 cm de la encimera) ayudan a evitar las salpicaduras, no son los más comunes, pero sí los más adecuados para lavabos pequeños bajo encimera.
- Los grifos de caño medio (salida de agua a aproximadamente 10 cm de la encimera) son los más habituales, y es que son ideales para lavabos de medidas estándar. Encima, ofrecen una gran variedad de diseños.
- Los grifos de caño alto (salida de agua a aproximadamente 20 cm de la encimera) se suelen ver en lavabos sobre encimera o tipo bol, ya que estos necesitan grifos de más altura. Además, son elementos que transmiten sofisticación y elegancia.
Si buscas un baño minimalista, sin ruido visual, estás buscando un grifo empotrado a pared. Sus componentes estarán ocultos en el interior del tabique, liberando espacio en la encimera y facilitando tareas de limpieza. Es por eso, que son la mejor alternativa para baños con dimensiones reducidas. La única desventaja es que se necesita una obra para su instalación.
La gran variedad de diseños en grifería empotrada hace que se adapten a todo tipo de estilos de baño y tipos de lavabo, ya que se pueden instalar a la altura deseada. Si no sabes a qué altura instalar, sigue las medidas que hemos mencionado antes en este apartado: a 8 cm para lavabos de encimera con poca profundidad, a 10 cm para lavabos estándar y a 20 cm para los tipo bol o sobre encimera.
También tendremos que prestar atención a la longitud del caño. Para que el agua caiga dentro del lavabo, pero no demasiado largo para que no moleste, por ejemplo, al lavarnos la cara.
3. Grifos según el número de mandos.
Los grifos para lavabo pueden clasificarse según el número de mandos que tienen y la forma en que estos controlan el flujo de agua y la temperatura. Los principales modelos contienen un mando o dos. Los grifos monomando son los más comunes y funcionales. Con estos es más fácil y costará menos tiempo en llegar a la temperatura deseada. Ahorrarás agua, cuestión importante en estos momentos.
Sin embargo, todavía se siguen instalando los grifos bimando. Puede ser que sea la cuestión estética la que llame nuestra atención. Darán un toque retro y clásico a nuestro baño, y encontraremos la simetría visual perfecta. Tardan más tiempo en encontrar la temperatura que queremos, pero son más caudalosos. Aparte de los monomando y bimando, también existen los termóstaticos, que cuentan con un termostato para fijar la temperatura del agua desada.
4. El paso plus, elegir el acabado del grifo.
El acabado no solo es una cuestión estética, también facilitará la limpieza de la grifería y alargará su vida útil, aumentando la resistencia a la corrosión y oxidación. Pero sí, es importante elegir el color que más te guste para que se adapte perfectamente al tono de nuestro baño.
- El acabado en cromo es el más habitual y característico de la grifería. Es muy resistente a la oxidación y acidez del agua, y también el más fácil de limpiar.
- La grifería en negro es tendencia. El negro es un color con mucha personalidad. Y aunque pueda ser demasiado dura en ciertas zonas, en el baño aporta calidez y elegancia, contrastando con los materiales fríos de los baños. Si buscas un tacto suave y cálido opta por un negro mate o si buscas un toque más industrial y brillante prueba el acabado black gun metal.
- El oro cepillado, última tendencia en grifería. Dará el toque lujoso y sofisticado que buscas en tu baño. Queda ideal tanto en baños con tonos claros o oscuros. Puedes probar a combinarlo con otros elementos en oro para crear un espacio más cálido. Si el oro es demasiado clásico para tí, mira el acabado oro rosa cepillado. Le dará un toque coquette a la vez que elegancia.
